Este perfume es un delicado equilibrio entre dulzura envolvente y sensualidad luminosa: una creación elegante que despierta los sentidos con contrastes gourmand, afrutados y florales suaves. Ideal para quien busca una fragancia femenina, reconfortante y sofisticada, con alma adictiva y cálida.
Salida
La apertura es vibrante, jugosa y luminosa. La pera, con su dulzura acuosa y aterciopelada, se mezcla con la mandarina, que aporta un estallido cítrico y chispeante, como una caricia de sol sobre la piel. Esta combinación frutal ofrece una introducción fresca y alegre, que despierta los sentidos con suavidad, pero sin timidez. Desde el fondo, una nota de vainilla ya empieza a asomar con delicadeza, insinuando la calidez que se desplegará más adelante. Es una salida juvenil y adictiva, golosa sin empalagar.
Corazón
En el corazón, la fragancia se vuelve más envolvente y femenina. La flor de azahar del naranjo despliega su faceta blanca y luminosa, aportando una sensualidad limpia, casi cremosa, que evoca la piel cálida bajo el sol. La vainilla se intensifica aquí, sedosa y reconfortante, creando un efecto de abrazo dulce y sutilmente floral. Este corazón equilibra lo gourmand y lo etéreo con una elegancia contenida, como una caricia perfumada que se mantiene cerca del cuerpo. Es romántico, suave y profundamente femenino.
Fondo
La base es intensa, cálida y profundamente adictiva. El café aparece con una fuerza envolvente y amarga que contrasta bellamente con la dulzura del caramelo fundido, creando un acorde sofisticado y moderno. El pachulí aporta profundidad terrosa, mientras que el cedro estructura el conjunto con su firmeza amaderada. El almizcle blanco se encarga de fijar la fragancia en la piel con una suavidad impalpable y sensual, mientras que la vainilla reaparece en su faceta más madura, fundiéndose en una estela cremosa y persistentemente dulce. Es una base con carácter, que envuelve y reconforta como un suéter suave en una noche fría.
Una fragancia gourmand floral cremosa y sofisticada, que comienza con una chispa frutal jugosa, evoluciona hacia un corazón blanco y avainillado, y concluye en un fondo cálido, amaderado y profundamente envolvente. Perfecta para el otoño o el invierno, para momentos íntimos o tardes reconfortantes. Un perfume que abraza, seduce y deja huella, sin perder la elegancia.










