Este perfume tiene una apertura exótica y luminosa, que rápidamente se transforma en un corazón floral tropical, voluptuoso y femenino. La base es cálida, dulce y sensual, con notas cremosas y envolventes que aportan profundidad y elegancia. Es una fragancia pensada para alguien libre, sensual y soñador, que ama el sol, la naturaleza exuberante y los perfumes que evocan paisajes paradisíacos.
Salida
La fragancia se inicia con una mezcla brillante y adictiva de coco, cítricos y piña. El coco aporta una suavidad cremosa y tropical, que se combina con la frescura chispeante de los cítricos y el dulzor jugoso de la piña. Esta combinación genera una entrada vibrante, exótica y deliciosamente veraniega, que recuerda a una escapada frente al mar o una tarde soleada en una isla lejana.
Corazón
El corazón de la fragancia es floral, solar y profundamente sensual. El ylang-ylang, con su carácter exótico y ligeramente especiado, se une al frangipani (plumeria), que aporta una nota cremosa, floral y suave como la piel tibia bajo el sol. El jazmín complementa con su elegancia blanca y envolvente, elevando el conjunto floral hacia una feminidad radiante y tropical, como una corona de flores frescas en el cabello.
Fondo
La base es dulce, cálida y envolvente, con una estela suave pero persistente. La vainilla se funde con el almizcle, aportando un dulzor cremoso y una sensualidad limpia que se fija en la piel. El sándalo agrega una faceta amaderada y lechosa, mientras que las notas dulces intensifican el carácter gourmand de fondo, dejando un rastro adictivo, reconfortante y exótico que permanece durante horas.
Este perfume tiene una personalidad radiante, tropical y romántica, ideal para quienes buscan una fragancia solar, femenina y con un toque dulce y exótico. Perfecta para el verano, para días de vacaciones o para cualquier momento en el que quieras sentirte libre, atractiva y rodeada de luz y calidez. Es como llevar el sol en la piel, con flores frescas en el aire y un recuerdo dulce que te acompaña todo el día.
Es una fragancia que transporta, que invita a cerrar los ojos y sentir la brisa cálida de una playa lejana, entre flores blancas, frutas doradas y abrazos de vainilla suave.