Este perfume tiene una composición vibrante y compleja que ofrece una experiencia olfativa única. Al principio, las notas de salida despiertan con una explosión fresca y afrutada. El mango aporta una dulzura jugosa y tropical, mientras que el jengibre agrega un toque especiado y ligeramente picante que se mezcla de manera refrescante con el limón (lima ácida), creando una sensación cítrica y chispeante. Las bayas rojas refuerzan esta frescura con un toque afrutado y ligeramente ácido, aportando una vivacidad que inmediatamente capta la atención.
A medida que el perfume se asienta, las notas de corazón entran en escena, brindando una sensación más cálida y compleja. La cumarina le da una suavidad rica, con un toque dulce y ambarino que se mezcla perfectamente con las notas amaderadas, que aportan profundidad y una base terrosa, elegante. El jazmín añade una nota floral suave, ligeramente dulce y sedosa, que equilibra las facetas más frescas y especiadas de las notas iniciales.
Finalmente, las notas de fondo revelan una base profunda y misteriosa. El almizcle aporta una sensualidad y calidez, mientras que el ámbar le da una suavidad dorada y resinoso, envolviendo el perfume en una aura reconfortante. La presencia de la madera de oud introduce una faceta rica, ahumada y algo exótica, que se combina con el cipriol (también conocido como nagarmota), que ofrece una sensación terrosa y algo animal, añadiendo un toque de complejidad y sofisticación a la mezcla.
En conjunto, este perfume es una sinfonía olfativa que oscila entre la frescura vibrante, la calidez suave y la intensidad terrosa, creando una fragancia única que cautiva y deja una impresión duradera. Ideal para quienes buscan un perfume con una mezcla intrigante de frutas frescas, flores delicadas y maderas profundas.