Este perfume comienza con una explosión fresca y energizante en sus notas de salida, donde el limón brilla con su acidez vibrante y refrescante, como una ráfaga de aire fresco en una mañana de verano. La menta, al unirse al limón, acentúa esa frescura con un toque mentolado que despierta los sentidos y aporta una sensación de frescura instantánea. La manzana verde completa esta apertura con su crujiente dulzura, que añade una capa afrutada, ligera y revitalizante, como un bocado de fruta recién cortada.
A medida que el perfume se desarrolla, el corazón de la fragancia se vuelve más suave y seductor. La haba tonka se despliega con su dulzura cálida y ligeramente especiada, aportando una suavidad envolvente que equilibra la frescura inicial. Junto a ella, el geranio introduce una sutil faceta floral, que añade complejidad y un toque herbáceo, evocando la sensación de un jardín en plena floración. Estas notas juntas crean un perfil aromático sofisticado, sin perder la frescura y la ligereza.
En el fondo, el perfume se asienta en una base rica y terrosa, que aporta profundidad y longevidad. La vainilla se despliega con una dulzura cremosa y reconfortante, que envuelve la piel de forma cálida y acogedora. La madera de cedro, con su carácter amaderado y ligeramente resinosa, aporta una estructura sólida y elegante al perfume. El vetiver, terroso y verde, añade una dimensión herbácea y algo ahumada, mientras que el musgo de roble cierra la composición con su profundidad y un toque de humedad forestal, evocando la frescura de un bosque después de la lluvia.
Este perfume es ideal para quienes buscan una fragancia equilibrada, con frescura inicial pero que se transforma en algo más complejo y cálido con el paso del tiempo. Es un perfume versátil, adecuado tanto para el día como para la noche, con una elegancia natural que permanece sobre la piel.